Sinopsis
El cumpleaños número 30 de Martín Martínez marca un cambio radical en la vida de quien hasta ese momento ha sido considerado por todos como un verdadero Inútil. Francisco y Adelaida, a pesar de ser conscientes de que el comportamiento de su hijo es el resultado de su propia incapacidad como padres, lo ponen contra la pared al advertirle que no seguirán teniendo inútiles en su casa.
La decisión es radical: a partir de ese momento tiene tres meses para irse de la casa y ganarse la vida como cualquier persona de su edad y una advertencia más: se va con una mano adelante y otra atrás. Lo malo de ésto es que a Martín lo único que le gusta hacer en la vida es bailar… porro, merengue, cumbia, salsa, cha cha cha… frente a una orquesta y abrazado a una mujer.
Martín lo considera una injusticia ¿por qué va a tener que trabajar si son infinitamente ricos? Pero bueno, algo hay que hacer y por primera vez se le ocurre un plan en la vida: casarse, aunque no tiene ni idea de con quién lo hará, pues la única vez que se enamoró fue a los 18 años, de una mujer mayor que él, a la que conoció bailando en un pueblo cerca de la finca de sus padres. Sin embargo, la diferencia de edad y la presión por su condición de profesora del pueblo obligaron a Ruby, una hermosa mujer, a dejarlo sin explicación alguna y él no tuvo más remedio que tratar de olvidarla bailando. Por eso a él y a sus amigos se les ocurre que la mejor manera de encontrar a su futura esposa es organizando una fiesta y eligiendo a la que mejor baile.
Lo que para sus padres es una fiesta de presentación oficial de su novia, para Martín y sus amigos es la ocasión perfecta para conocer a todas las solteras disponibles de la región. Una de ellas es Miranda Zapata, la hija de Mirando, un hombre totalmente indeseable para el padre de Martín y quien por error es invitado a la fiesta, pero quien asiste con su hija pues su esposa Rubiela se encuentra de viaje. Miranda no es sólo bella sino que es todo lo contrario a una inútil. Trabaja con su padre en la fábrica de zapatos de la familia, sabe de contabilidad, de mercadeo, de diseño y en las mañanas estudia en una academia de baile, experiencia que deja descrestado a Martín, quien termina verdaderamente prendado de ella y se la presenta a sus padres como la mujer con la que quiere casarse.
Pero antes de que los Martínez descubran su identidad, Miranda se entera de que su presencia allí ha sido producto de un error y que Francisco cataloga a su padre como un arribista igualado, lo que la lleva a huir del lugar. Martín destrozado tendrá que buscarla aunque cuando la encuentre descubrirá que sus problemas apenas comienzan. ¿Qué pasará en el corazón de Martín cuando se entere que Miranda es la hijastra de Ruby, la mujer de la cual se enamoró bailando y que todavía no ha podido olvidar? La sentencia continua. En tres meses tiene que irse de la casa.
El compromiso está hecho: se va a casar con Miranda. Y cuando todos se enteren de todo? ¿Cuando su papá se entere de que don Mirando va a entrar al club como su consuegro y cuando Miranda se entere de que su rival es su madrastra, qué pasara? Pero sobretodo que pasará cuando la condición de Inútil de Martín salga a la luz y don Mirando se entere de que invirtió toda su fortuna en el matrimonio de su hija con un inútil desheredado?